15 de marzo de 2010

Caracola

Como una caracola, pero no por el mar que me rodea sino por llevar la casa a cuestas. Con un pie en un lado, el otro en otro y... aún me faltaria un pie mas para tenerlo en medio que es donde estoy. Ay, con lo que me desconcentra la incertidumbre y con tres juegos de llaves en los bolsillos, la mochila con el cepillo, el desodorante, los cargadores... En fin, a ver cuando las olas me arrastran a alguna orilla en la que asentarme un poco a contemplar el sol y sentir el masajillo del agua en los pies.

3 comentarios:

rayajo dijo...

Bueno... mientras haya otras caracolillas dispuestas a echarte una manita en los desplazamientos...

glaukilla dijo...

Si, eso ayuda bastante a que el mar parezca que se mueva menos :)

rombo dijo...

Después de la tormenta vendrá una serena y placentera calma......