12 de marzo de 2010

Leer

Ayer me regalaron el último libro de Perez-Reverte (bien! me encanta, tengo casi todos sus libros). Estaba tan cansada cuando llegué a casa y tenia tantas cosas que hacer hoy que resistí la tentación de empezar a leerlo porque sabia que iba a empezar a leer vencida por el sueño y no queria no enterarme, o empezaba a leer y como me enganchara no dormia :). Asi que esta mañana me levanté directa a preparar el desayuno, y coger el libro. Ay, que placer. Como sigo teniendo mucho que hacer, estoy controlandome y restringiendo la lectura, como si estuviera ante una caja de bombones y andar resistiendo la tentación de tomarme todos de una sentada, de manera que puedo estirar el placer y disfrutarlo. Pero que gana de llegar luego y meterme entre sábanas a continuar....

pd: por cierto, que EMOCIÓN un dia como hoy ver las colas de gente despidiendo a un escritor como Delibes. A veces parece que la grandeza se abre paso entre la mediocridad.