15 de julio de 2009

GRACIAS.

Te las podría dar por miles de millones de cosas, como por escucharme, hacerme reir, emocionarme, secarme las lágrimas, contarme tus historias o preguntarme por las mias, por hacer lo dífícil facilísimo, por convertir lo dramático en esperanzador, lo triste en consolable, lo juzgado en natural. O simplemente podría dártelas por ser como eres. Pero hoy te las quiero dar, de nuevo, por lo que tú y yo sabemos. Igual que sabrás que mientras lo escribo tu sire se emociona y no sabe si reir o llorar o qué demonios (no obstante soy TAN sire). Asi que gracias, gracias, gracias (te imagino diciendo pava, pava, pava). Te quiero!