15 de mayo de 2010

Pequeñas grandes cosas

Frente al horror, lo mejor, lo simple, la otra cara de la moneda. Un rato contigo, aunque fuera por tierra firme al negarnos el agua. Un paseo, respirar aire, un paisaje de atardecer bonito que se convirtió en un amanecer para mi. Tu compañía, tu humor, tu escucha, tu consuelo, tu sinceridad, una mirada al fondo de tus ojos (y la tuya limpia al fondo de la mia) que me dice algo así como "aqui estoy, busca la calma, no manotees que no te ahogas, porque además cuando sientas que pasa algo asi, siempre voy a estar aqui". El creer en la humanidad, en que a pesar del horror inevitable en una cara de la moneda, está la hermosura de las pequeñas grandes cosas al otro lado. Convertir las lagrimas en tranquilidad, incluso en sonrisa. Tu abrazo para el cual no tengo palabras para describir todo aquello que me transmite. Mi bálsamo de Fierabrás.