14 de octubre de 2009

El orden del carril no altera el atasco.

Eso pensaba mientras bajaba entre atascos y obras por enésima vez a esta maldita ciudad. Esta ratonera sin escapatoria porque vayas donde vayas, vayas a la hora que vayas, y vayas por donde vayas, siempre encontrarás un atasco, unas obras o más bien, ambas a la vez. (Esto hasta lo puedo entender ante un cambio puntual, pero ¿años ya?). Y no depende de tu elección, de tu habilidad, de tu ingenio para ir por tal o cual sitio, o de elegir tal o cual carril. En este caso, parafraseando aquello de "el orden de los factores no afecta el producto" podemos decir que el orden del carril no altera el atasco. Odio esta "pesadilla antes de navidad" de tener que bajar a esta maldita ciudad.