A veces me pregunto si mi esfuerzo es tan esteril como el de Sísifo. Si no sería mejor cambiar de piedra y probar suerte con otra que quizá, aunque fuera por unos instantes se sostuviera arriba tras el esfuerzo. Generalmente soy constante y persistente pero cuando la vida se empeña en dejar caer sobre tí una piedra tras otra, a veces (sólo a veces de momento) una se pregunta aunque sea fugazmente sino será mejor apartarse de esa vereda y explorar nuevas sendas. Y si la fortaleza no vendrá precisamente de la flexibilidad. Pececillo, me acuno de nuevo en el arullo de las olas de tus brazadas.
EL CORO DE VÍRGENES URBANAS
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*En un garaje*
*de un barrio alejado*
*cada noche ensaya*
*un coro de vírgenes urbanas.*
*Su canto se eleva*
*y se escapa por los respiraderos*
*y sale a la ...