17 de enero de 2009

El coche abandonado

Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa. Iba caminando por la ciudad cuando he visto un coche aparcado, ligeramente polvoriento, con pinta de estar abandonado no hace mucho, eso si, aunque con algunos estragos encima como guardabarros desaparecido, algún faro que otro roto. Pero me ha llamado la atención por la marca, por el color.. y por la matricula!
Era el coche en el cual pasé muchas noches de "kamasutra en coche", inventando posturas casi imposibles, desafiando al frio mas cruel, y a los ninjas o mirones que por aquel entonces (desconozco si ahora) eran uno de los riesgos a los que se enfrentaban los amores prohibidos. Porque por aquel entonces los recursos no eran los mismos que son ahora, y ya que la cama era un lujo, el coche era un buen nido de amor, de pasión o de lo que fuera aquello. Hace mucho tiempo que esa historia, clandestina a muchos niveles, se acabó; pero ver ese coche y acordarme de eso, me ha producido una sensación extraña. Siempre he pensado que si alguna vez nos encontráramos por casualidad le encontraría mas mayor que yo, mas estropeado, mas gordo, mas calvo. Como si el no haber optado por mi hubiera sido un error que estaria pagando hoy en dia, jajaja. Lo que nunca se me habia ocurrido es que encontraria en ese estado de decrepitud nuestro refugio de tantas noches. Lo único que me ha dado curiosidad es pensar si cuando lo vendió a quien ahora lo abandona (si es que no lo ha hecho él directamente) se acordaría de alguna de esas noches, como me he acordado yo al reencontrarlo de manera. Aunque total, qué mas da.