29 de marzo de 2011

Añicos de colores

Siempre pensé que serías tú quien se fuera, quien me dijera evitando mi mirada y en tono mas o menos avergonzado, oye, tenemos que hablar. Durante mucho tiempo pensé que sería yo la que además te facilitaría ese momento, tragandome mis lágrimas en tu presencia (aunque -lo confieso- fuera por no darte la satisfacción de verme llorar por tu pérdida). Siempre pensé en los dias de llanto aullado que me quedarian por delante, el dolor inmenso por tu ausencia, la sensación imborrable de que no podría haber nadie como tú. Imaginaba el estallido de tus palabras retumbando en mi cabeza, tratando de maquillar tus palabras haciendome mas daño al tratarme como debil.


Asi que ahora me veo felizmente extraña al sentir mi tranquilidad mientras noto como mi sentimiento por ti ha estallado en millones de pedazos y soy capaz de oir ese estallido en mi cabeza .... pero no me duele. Es más, hasta me gusta oirlo, cuanto mas alto mejor. Me siento como una niña explotando entre sus dedos un inmenso plastico lleno de pompitas, disfrutando con cada uno de sus "pop", con ganas de no parar hasta estallarlos todos. Me siento extrañamente libre, expectante, quieta durante unos instantes como si por moverme pudiera ver que todo ha vuelto a estar como estaba. Pero no... y he sido yo! y me encanta... He sido yo, he sido yo, he sido yo... me repito asombrada, sonriente y orgullosa de mi misma. Miro y si, los añicos estan bajo mis pies, siento hasta gana de bailar sobre ellos mientras estallo en risas. Es como si esos estallidos fueran los sonidos de los cohetes que dan comienzo a un año nuevo liberando la euforia de quienes los observan. Es curioso como el temido miedo al llanto por tu desamor se ha terminado convirtiendo en el mayor canto de amor a mi misma :)