Me pongo delante de mi, inexcusable, obligándome a verme, a entenderme, a tratar de encontrarme tras esa imagen confusa, borrosa... Aún me veo sin entenderme, retorcida como los espejos derretíos de Dali... pero el agua parece un poco mas calma, menos remolinea. Lenta, empiezo a vislumbrar alguna transparencia donde antes sólo había agua turbia y estancada, algunos colores donde antes sólo había negrura. Quizá con algo más de tiempo, mi mar se convierta en una superficie lisa, clara y limpia como un espejo que me devuelva mi imagen completa, sana, entera, colorida ... de sirena.
Por cierto... te adoro... A ti, y (entre otras muchas cosas) a tu manera de secarme a besos las lágrimas...
MANICOMIO 236
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*Los locos están muy irritados*
*porque han cambiado*
*los envases de los yogures*
*que tenían unos colores tan bonitos*
*como las tapas de los cuentos infa...