23 de noviembre de 2010

Sendero

Tengo la inmensa tentación -especialmente estos últimos dias que se van convirtiendo en meses- de sentarme al borde del camino a tomar aire, a respirar un poco, como cuando has emprendido una gran caminata y por unos instantes sacas de la mochila una onza de chocolate o un zumo para reponerte. Tengo esa gran tentación porque apenas he tenido tiempo de hacerlo, sobre todo mentalmente. Ayer por la noche me senté como cuando una lo hace tras una empinadisima cuesta pensando "de aqui no me muevo mas, me quedo varias horas". Pero esta mañana, de nuevo, como cuando recorro senderos, pienso, "venga, ya hemos descansao un poquito, parece que he recuperado un poco el aliento... vamos a seguir". Y cojo el petate, ajusto las botas, respiro hondo y me dispongo a emprender la marcha a pesar del profundo cansancio, por este puente que en el fondo invita a seguir y a pensar, "bueno, puede que hoy el dia no esté tan mal" :)