
Eso es lo que me he preguntado hoy al ver estas fotos de Venecia inundada. Varias fotos de gente paseando, como por mitad de una playa... Evidentemente no iran a comprar algo que se les haya olvidado porque no parece que pueda haber mucho abierto ;-) Me resulta curiosa la capacidad del ser humano para adaptarse a las circunstancias y situaciones que acontecen en su vida. Pienso esto mientras me armo de valor para salir a dar el taller de esta tarde, con el frio que hace, con la duda de si cuando vuelva habrá nieve, hielo, o quizá hasta brille el sol. Pero bueno, si en Venecia pasean por sus calles inundadas, ¿cómo no voy a salir yo a impartir una simple charla?