18 de julio de 2010

Contractura, agua y...

Jo, tengo una contractura o algo parecido que me está jodiendo. Ya me ha costado nadar (mis últimas brazas con tabla para ayudarme) y ahora cada movimiento me la recuerda... Es lo único malo que tiene dejar de tener dolores: que cuando luego los sientes (esos que antes eran lo mas suave y cotidiano y llevabas como se lleva la piel, sin darte cuenta) te parecen horrorosos e insoportables. Los chorros del jacuzzy no han ayudado mucho hoy. Mientras, este calor me hace pensar en el mar, en lo guay que sería estar alli, en su oleaje, su rumor, en sus idas y venidas, en su espuma rompiendo entre mis pies o entre los nuestros (si, mejor entre los nuestros) y recuerdo las "partes marinas" de este poema... Dios mio, quien puede decir que el agua no es erótica!

Te veo como un temblor
en el agua.
Te vas,
te venís,
y dejás anillos en mi imaginación.
(...)
Cuando estoy con vos
quisiera tener varios yo,
invadir el aire que respiras,
transformarme en un amor caliente
para que me sudés
y poder entrar y salir de vos.

(...)
Siento un aliento cosquilloso
cuando estamos juntos,
quisiera convertirme en risa,
llena de gozo,
retozar en playas de ternuras
recién descubiertas,
pero que siempre presentí,
amarte, amarte
hasta que todo se nos olvide
y no sepamos quién es quién.