Tus letras, tu voz de nuevo. En mis horas de naufragio siempre estás. Ni siquiera necesito "pedirte que me esperes al otro lado de la nube negra" porque estás. Para sacarme del agua que me ahoga y no sólo ponerme a salvo, sino darme gana de volver a nadar. Aunque nos hablemos desde lo mas hondo del océano o desde lo mas alto de una montaña. Te adoro.
MANICOMIO 236
-
*Los locos están muy irritados*
*porque han cambiado*
*los envases de los yogures*
*que tenían unos colores tan bonitos*
*como las tapas de los cuentos infa...