24 de enero de 2010

Que lindo


Que lindo despertar con el sonido de un sms, sabiendo que ese va a ser bueno. Que lindo abrirlo y recibir tus besos. Que lindo saber que aunque estés tan condenadamente lejos, en ese momento tu mente -o tu corazón- (o ambos) estaba conmigo, robando un minuto, escabullandose entre otras presencias, fugandose durante un instante a mi lado, como unos besos robados entre calles apartadas o sábanas radiantes. Entre el frio, entre la espesura, la distancia, un cálido recuerdo te acercaba a mi. Que lindo recordar las mañanas en que sí nos despertamos y somos lo primero que vemos. Es como si un abrazo nos hubiera unido a pesar de la maldita distancia (bueno, no, ojala fuera como eso pero no es igual). Con la sonrisa complice de los besos susurrados a la oreja he ido a recorrer metros nadando para alejarme de la distancia que te aparta de mi...