16 de abril de 2010

Cenizas en el aire

Lo que son las cosas. Un volcán se pone en erupción en Islandia y se suspenden vuelos en la mitad del mundo. Pensaba cómo una cosa asi puede afectar la vida de tanta gente y cambiar tantos planes de un plumazo. Mientras amago un grito, se me abren los ojos como platos pensando "jo, menos mal que no es ahora cuando vienes y me quedo chafada viendo convertirse nuestro sueño en cenizas". Y añado una situación más a la larga lista de cosas en la que pensar cuando vienes, esa interminable lista que me asalta los dias antes, de las miles de cosas que pueden terminar frustrando nuestro encuentro (sí, ya sé que algún psico llamaría a esto "pensamiento catastrófico"; yo lo llamo morirse de gana de verte). Asi que a mis ruegos porque el avión no se caiga, no haya retrasos que como quien no quiere la cosa nos quite horas a nuestro corto encuentro, a nadie se le ocurra secuestrar tu avión, no quiebre la compañia aerea y te deje en tierra, el billete esté bien impreso y te dejen subir, la niebla no impida el aterrizaje, no hay huelga de pilotos, etc, etc, le sumaré el ruego de que un volcán no entre en erupción y nos robe nuestros dias. Ay, que miedo que una circunstancia tan ajena pueda poner en peligro nuestras circunstancias.