21 de agosto de 2010

Cine

Estos dias estoy aprovechando que tengo tiempo, para pegarme maratones cinematográficos y ver pelis, tranquilamente sentada en mi sofá. Aunque las veo para entretenerme básicamente, es cierto que a veces se me escapa un poco la deformación profesional y voy pensado "esto lo podría usar para explicar tal cosa" o "esta escena estaría genial para empezar tal taller", o "esta frase con esa expresión, es perfecta para contar esto"... Como se suele decir, una imagen vale mas que mil palabras (teóricamente recordamos el 5% de lo que vemos, por el 2% de lo que oimos.... -como dato curioso se supone que recordarmos el 35 % de lo que olemos! hummm, el poder del olor!). En este caso, las primeras pelis fueron mas de ese estilo de "a ver si puedo usarla para algo" (y reconozco que fueron las que mas me gustaron, supongo que porque tocan temas que me interesan). Luego he seguido viendo por ver. Por entretenerme, y por disfrutar de la experiencia de ver algo porque sí, no porque me valga para algo (esto igual suena un poco raro, pero asi es). Como el juego, que tiene sentido en si mismo por el placer del juego. Y me ha gustado la experiencia... He tenido epocas de tanto trabajo, de tener que apurar cada minuto al máximo y hacer de cada minuto dos, de hacer algo que sirva a la vez para dos o tres cosas más para aprovechar el tiempo, que casi que habia olvidado el placer de ver o leer cosas "por nada", por el simple hecho de disfrutarlas.