21 de marzo de 2011

Préndeme

Cuando te acercas a mi, desde atras, en silencio, casi a hurtadillas, y me susurras algo bonito antes de mordisquear mi cuello, me das cientos de pequeños besos tras la oreja, erizandome la piel con tu saliva y tu olor, tus manos empiezan a deslizarse lentamente por mi cuerpo hasta despistarme por completo de aquello que estuviera haciendo, el deseo empieza a consumirme y me convierto en fuego, ese en el que tú y yo nos dejamos arder para renacer juntos de él...