5 de septiembre de 2010

Frente a la invisibilidad

Llevo unos dias viviendo algo curioso (y bonito) para mi cuando salgo a la calle. Me cruzo con gente que no me conoce pero me saluda y me da los buenos dias o las buenas tardes. Me encanta esto :) Ya me fascinaba eso de entrar en la pescaderia y que las chicas me enseñen recetas para cocinar pescados y me digan algo asi como "ya me contaras como te ha salido" (ayer me lleve una melva que no sabia ni que aspecto tenia, y una parte en tomate, otra en aceite, me han quedado ricas!), o que la panadera se de cuenta que me he cortado el pelo y me diga que guapa estoy, o que la frutera me cuente sus dias de vacaciones y me pregunte que tal las mias (hummm, a ver cuando las tengo pa tener algo que contarle). Pero esto de que alguna gente me salude por la calle (me lleva pasando unos dias, antes no, no se por que, habra cambiado algo en mi?) ... me alucina. Siempre les respondo con una sonrisa claro. No se, supongo que cuando estas acostumbrada a ir por la vida como si no existieras (a que mis jefas no me conozcan porque soy un pequeño peon mas sin importancia, que en un gran hipermercado entres, compres, pagues casi sin cruzar palabra con nadie, etc), algo como esto me llena porque es tan sencillo como que me hace sentirme persona