Iba a escribir sobre el servicio de "rutas turísticas" que descubrí el otro dia que tiene el Cementerio de San José en Granada a través de una guia que se descarga por Bluetooth, pero teniendo en cuenta que pudiera ser considerado como una broma macabra dado el dia en que nos encontramos, contaré algo mas amable :) Ayer mi pececillo y yo desafiamos el dia de intensisimo frio que hace para irnos a pasear y comer juntos por ahi. En realidad aunque hacia bastante frio, también hacia bastante sol, asi que el paseito no estaba del todo contraindicado. 
Tras colmarme de regalos "por nada concreto, porque si" (no es mi regalo de reyes! aunque si me hubiera dicho que son mis regalos de reyes de aqui a cinco años me lo hubiera creido) iniciamos camino a uno de los barrios más bonitos (el más bonito) sin duda de esta ciudad. Asi pues, cuestas del Albayzin parriba, el frio empezaba a dejar de ser tan cruel. Llegamos hasta el archiconocido Mirador de San Nicolas y en una alarde de conversión en guiris totales, nos sentamos en una terracita a degustar una impresionante cervecita fresquita de nuestra tierra junto con una tapita de patatas con revoltillo que te quitaba el sentio. Todo ello amenizado con unos acordes del "Concierto de Aranjuez" magistralmente interpretado por un chico que con su guitarra a cuestas, sujeta en un dulce abrazo, no parecia prestar atención a nada mucho mas allá de su propia música. 
Finalizado este piscolabis, nos dispusimos a iniciar la bajada, camino del sitio donde ibamos a comer y nos paramos varias veces para contemplar las vistas con las que esta ciudad nos obsequiaba a cada paso. Para plasmar alguno de estos sitios (los que adornan esta entrada) tenia que asomarme a lo alto de los muros que rodean los jardines de estos carmenes, asi que mi pececillo ni corto ni perezoso me subió sobre sus hombros, para mantenerme alzada mientras intentaba hacer las fotos (y mantener el equilibrio). 
Tras el comentario guason entre nosotros de "hummm cuando enseñe esta foto diré que la hice con tu cabeza entre mis piernas", y la desconcentración que tal pensamiento nos causó, jaja, nos entró semejante ataque de risa (fotografiado a su vez por una familia japonesa -como no!- que por alli deambulaba) que comprendereis la falta de enfoque, la falta de encuadre y la falta de to, jajaa.. pd: mi pequeño homenaje tardio a Carlos Cano que hace unos dias hace diez años que nos dejó
