1 de marzo de 2010

Un mes decisivo.

Quizá suene muy rotundo, pero teniendo en cuenta que empieza un mes en el que ya sé que -como mínimo- se decidirá si sigo teniendo trabajo o no, en el que me mudo de casa y lugar, y quien sabe qué cantidad de cosas más imprevistas pueden suceder (como pasa últimamente, mi vida puede ser cualquier cosa menos aburrida y previsible) pues si puede considerarse un mes importante. Un mes de recuperar el tic-tac ese que me acecha, un mes de las dudas o las alegrias mas profundas, un mes de temblores o un mes de suspiros de alivio. Por ver lo positivo, (ademas de considerar que es posible que las cosas se resuelvan a mi favor, claro) un mes menos para encontrarnos quien sabe cuando, un mes para seguir contando contigo de manera incondicional, un mes para celebrar tus años, un mes para celebrar el orgullo de ser mujer, un mes para repetir dias y sentir esa confusión tonta casi de dejavu, un mes para deshacerse de lo inutil. Un mes de penelope deshaciendo tareas esperando respuestas...