18 de mayo de 2010

Cansando a la ansiedad

Esto ya es un combate en toda regla: o ella puede conmigo (hummmmm, estos dias creo que me lleva ventaja en el pulso) o yo termino con ella. Y como en un auténtico combate, pienso en otra estrategia, quizá no por más conocida menos útil, en realidad ¿qué tengo que perder?. Cansar al enemigo (para lo cual en este caso me tengo que cansar a mi misma). Asi pues, de mañana me he puesto las manoplas y dos kilómetros nadando, con posterior paliza de burbujas y chorros en el jacuzzy del cual he salido para ir unos minutitos a la sauna. Tras una comida más o menos sana (considerando que en ese momento me hubiera comido un buey al estilo Obelix y que ayer me terminé la tableta de chocolate negro) me he calzado las botas y tras dejarme mi coche aproxidamente 45 minutos lejos del trabajo, a caminar, acompañada por un inesperado sol de justicia, respirando hondo, y ya no sólo intentando cansar sino despistar la ansiedad. Y... no sé, he salido cansada mentalmente, pero al menos puedo respirar, mi corazón late en su justa medida (la decepción y un algo indefinido me invaden eso si); al menos tengo la sensación como cuando juegas a un juego de ordenador en el que para pasar de etapa has de derrotar un monstruo horrible y enorme, aparentemente invencible al principio, que poco a poco empieza a bajar su nivel de vida porque todo eso que le tirabas y a lo que parecia inmune, le ha ido haciendo algún daño y tienes la esperanza de que aunque cueste se le puede derrotar. Y durante el camino de vuelta, he intentado zafarme de esas sensaciones pesadas, con música, pasando junto al parque plagadito de rosas. Y al escuchar esta cancioncilla de Calamaro he sabido que ésta era la que iba a poner hoy.

4 comentarios:

M dijo...

Te has vuelto romántica, tu también hoy? Pedacito de canción, buena, buena, buena

glaukilla dijo...

Romántica?¿ te aseguro que en mi cabeza hay muchas cosas pero romanticismo en estos instantes.... casi que poco.

rombo dijo...

Me ha gustado esto de cansar a la ansiedad...

La niña del sur dijo...

Tienes que buscarle el punto débil. Te lo dice una adicta a la playstation 3