7 de abril de 2010

Tablas de equivalencias

Siempre que me enfrento a una situación ajustada (o posiblemente ajustada) mi cerebro pone en marcha casi automáticamente una serie de estrategias de supervivencia. Como una especie de ostra. Por supuesto, borra de un plumazo todas aquellas cosas que se pueden considerar lujos innecesarios -aunque normales comparados con los que alguna gente se puede permitir- (a saber, un viajecito, una cena en algún sitio de esos que te cuesta lo que te cuesta más de una tarde ganar trabajando, alguna prenda de ropa que no te hace falta y te compras por simple gusto, etc). Ademas de ese corte radical, mi mente pone en marcha su tabla de equivalencias. Todo no se puede tener, esta claro, asi que hay que elegir, pero tampoco es cuestión de enterrarse en vida. Asi que empiezan las equivalencias: por lo que cuesta una macetilla de margaritas que quedaria genial en mi ventana, en realidad puedo pagar una entrada a la piscina, asi que... piscina. Por lo que me ahorro al no comprar nescafé (que era uno de mis lujillos de antes y por otra parte desde que ponen ese HORRIBLE anuncio ya se me indegestaba un poco) y comprar otra marca, puedo tener otro viaje de piscina, o tal vez la macetita de antes, o quizá con suerte una rondita de cervezas para cuando nos veamos. Puesto a elegir, la ronda de cervecitas. Es como un tetris económico, que curiosamente tiene su puntillo... quizá que asi valoras mucho, mucho todo lo que tienes...

6 comentarios:

rombo dijo...

Me gustaría que fueras mi contable. Es que yo iria a la piscina, compraría el objeto y me iría de cervezas...
Oye no. No te quiero de contable. Me compro todo, y mañana, que salga el sol por donde quiera... (eso sí. Te invito a una cervecita...)

glaukilla dijo...

Hummm, yo si pudiera también me quedaría con todo. Y con mas :) Pero... o eso, o la tranquilidad de saber que voy a poder pagar el alquiler, la comida, lo básico. Y ser feliz con el aire que respiro y con esos extras extraordinarios :)

glaukilla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

¡Qué bueno, yo hago lo mismo! Aunque a veces la cago, porque con lo que me ahorro me compro algo más caro. Menos mal que procuro cortarme...

M

Yo dijo...

Son sólo unos pocos los que no se fijan en gastos hoy en día.
Suenas muy coherente, me gustas :)
Un saludo

glaukilla dijo...

M, supongo que es cuestión de autocontrol. Y si hago el esfuerzo de ahorrar de un lado es para cambiar como mínimo para otra cosa igual que haga mas falta o me reconforte mas (si puedo sacar dos de uno mejor). Parafraseando a los Quijano "si no se puede, no se puede".

Yo, me alegro de que te hayas asomado a mi pecera.. y encima de haya gustado, jeje. Bueno, la pecera no tiene puerta asi que entra cuando quieras :)

Ah, Rombo, se me olvidó decirte que por supuesto acepto tu cervecita, incluso una de esas raras de las tuyas que aun no tengo el placer de haber catao ;-)