19 de abril de 2010

Otra vez ...

Cojo de la guantera mi disco de Coti porque este tipo me encanta. Hasta para decir las cosas más tristes casi siempre usa ritmos alegres. Asi que empieza el viaje, el disco y canturrea mi mente "tengo un rincón en la cama que ya no entiende nada y me pregunta por vos, tengo una mitad que se queja y la otra que no me deja escapar del dolor, tengo una tremenda ceguera y no va a ser la primera vez que vuelvo a empezar". Y la gana de descansar, de reposar la cabeza en un hombro, la sensación de necesitar parar para respirar profundamente aire como cuando caminamos por el monte, no desaparecen obviamente porque sería milagroso, pero se deja vislumbrar algo de sol. Quizá si, con un poco de descanso tenga suficiente, como cuando reposamos y bebemos algo de agua o disolvemos una onza de chocolate en la boca y continuamos el camino a recorrer, para terminar llegando a nuestra meta, recompensarnos por ello y dormir con una sonrisa imposible de esconder ante el reto conseguido.

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