23 de mayo de 2009

Nuestra aventura es nuestra propia historia, más allá de dónde la vivamos.

Pues eso, en el fondo, qué más da. A veces planificamos tanto y los acontecimientos pasan en cualquier sitio, en cualquier momento, en cualquier instante y de cualquier forma. Porque en realidad nuestra mayor aventura es ser nosotros mismos. Bien en un desayuno informal de trabajo, en un viaje relampago estirado como el chicle, en la coincidencia de estar trabajando fuera en el mismo sitio el mismo dia o quien sabe donde... En cualquier caso será tan hermoso volvernos a encontrar que no paro de dar gracias internamente a no se qué, (probablemente la vida), por ello. Qué ganas locas y borrachas de volverte a ver.

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